Cría de Pollitas
La cría es el período comprendido entre el primer día hasta
las ocho semanas de vida en el caso de las pollitas ponedoras.
Los primeros siete días de los "bebés" son muy importantes. Nunca se deberán tener pollitos de distintas edades en un mismo gallinero, así se disminuirán los riesgos de enfermedades y se evitarán dificultades en el cumplimiento de las normas de manejo y sanidad. Al llegar los pollitos al criadero es necesario mucha atención para que estén cómodos, sin peligro de sobre calentamiento o enfriamiento. Por esta razón utilizamos el corral de cría.
Armado del corral
El armado del corral de cría deberá realizarse por lo menos
24 horas antes del arribo de los "bebés".
En la figura Corral de cría de pollitos se puede observar la adecuada distribución de los diferentes accesorios que requiere la cría.
Manejo del corral
Control de la temperatura: En la cría natural la fuente de
calor para los pollitos proviene del cuerpo de una gallina clueca; en la cría
artificial es el hombre quien tiene que suministrar ese calor. Por ello,
debemos en este punto resaltar que el avicultor es la clave del éxito.
Deberá estar atento al funcionamiento de las criadoras y a los cambios atmosféricos para que éstos no perturben el desarrollo inicial de sus pollitos. El manejo de los criadores es fundamental, pues es en este período cuando los pollitos necesitan más calor, el enfriamiento es causa frecuente de trastornos en la cría artificial. Se deben tomar todas las precauciones para que durante la primera semana la temperatura en el borde de la campana sea de 36º C
Los pollitos deben alojarse debajo de las campanas inmediatamente después de su arribo. En caso de estrés, elevar la temperatura a 38' C, ya que el pollito nace con 1,5'C menos que el adulto, y esa hipotermia la mantiene durante los primeros 10 días. Al cabo de la primera semana, la temperatura en el borde de la campana se disminuirá a 28- 30'C, y se agrandará el diámetro del cerco. Este se retirará al final de la segunda semana. En este momento, y para evitar que al oscurecer se amontonen los pollitos en los rincones, es necesario colocar en ellos parte del cerco formando ochayas. En lo posible la temperatura ambiental debe oscilar entre 15 y 20'C, manteniéndose ésta en las etapas posteriores. Luego de los primeros días hay que seguir con más atención la actitud de los pollitos que la información del termómetro.
Distribución de los pollitas
En la figura «Distribución de los pollitos» mostrarnos su distribución correcta cuando la temperatura es la adecuada (círculo de la izquierda), y en los tres restantes la correspondiente a calor excesivo, temperatura baja o corrientes de aire. El mejor termostato de un establecimiento avícola estará dado por el propio comportamiento de las aves. Si los pollitos pasan frío, además de la probabilidad de que sufran trastornos digestivos, empaste de la cloaca, o respiratorios, consumen más alimento para satisfacer las necesidades de calorías. La fuente de calor debe retirarse cuando los pollitos estén bien emplumados, alrededor de la sexta semana en invierno y quinta semana en verano.
También el calor excesivo es contraproducente; para contrarrestarlo, en verano es aconsejable aumentar la ventilación y blanquear los techos. Es muy importante que no falte en ningún momento el agua de bebida, ya que constituye el 70 por ciento de la composición del animal, si falta pueden sufrir deshidratación. Una pérdida de agua del 10 por ciento ocasiona trastornos severos y de un 20 por ciento la muerte. Al cumplir las aves dos semanas de vida, se desarma el corral y se reemplazan los comederos y bebederos pequeños por los que se utilizarán hasta el final del cielo productivo.
El
propósito de hacer círculos las dos primeras semanas de vida de las aves, es
para que los animales no se dispersen por toda el galpón y se mantengan más
cerca de la fuente de calor durante todo este período; además de que obtengan
con mayor facilidad el alimento y el agua. Estos círculos se pueden hacer
usando láminas de zinc liso, cartón, madera, con una altura de 50 a 60 cm. Para
albergar 250 aves, se recomienda un círculo de dos metro de diámetro, el cual
se forma con tres medias láminas de zinc liso (cortadas a lo largo), unidas en
sus extremos con tornillos o prensas.
Campanas criadoras
La fuente de calor utilizada en este período, generalmente consta de una campana metálica con una lámpara infrarroja (de luz blanca) de 250 vatios. La campana mantiene por más tiempo el calor dentro del círculo, economizando electricidad. Dependiendo de la zona se debe utilizar dos lámparas infrarrojas, aunque uno solo es suficiente en la mayoría de los casos.
La mejor forma de determinar cuántas
lámparas se necesitan, es mediante la observación del comportamiento de las
aves en el círculo. Cuando los pollitos se alejan de la campana, es porque la
temperatura está muy alta, y se debe proceder a apagar la lámpara. Si por el
contrario se encuentran amontonados debajo de la campana es porque tienen frío;
entonces debe encenderse la lámpara. Cuando los pollos se encuentran
distribuidos por todo el círculo es porque la temperatura es la ideal y los
animales se sienten en un ambiente confortable.
Bebederos
Para
aves menores de dos semanas de edad, se utilizan bebederos plásticos de 5
litros aproximadamente, a razón de un bebedero por cada 100 animales y para
aves adultas, se pueden utilizar bebederos
a razón de tres centímetros lineales por ave; pueden ser metálicos o de
tubo plástico de PVC, cortados por la mitad. El bebedero ubicado hacia el
centro del galpón permite el acceso de las aves por ambos lados de la misma. El
alimento más barato que tenemos es el agua, por ello debe estar fresca, limpia
y de una fuente permanente; la carencia de ella repercutirá en atrasos de la
madurez sexual y bajos rendimientos en la producción. Deben evitarse los
derrames de agua dentro del galpón porque perjudicarán la salud de las aves,
además de proporcionar el medio óptimo para el desarrollo de parásitos
internos, como los coccidios.
Comederos
Para la alimentación de la primera semana de edad se puede utilizar cajas de cartón de 2,5 cm de alto o cartones de empaque para huevos, colocando cuatro por cada círculo de crianza. Posteriormente se deben cambiar por comederos cilíndricos (uno por cada 25 aves) proporcionando dos cm lineales por ave. Cuando se usan comederos de canoa, es preferible contar por lo menos con tres tamaños diferentes. Al realizar el cambio por los comederos cilíndricos, se debe sustituir inicialmente sólo el plato y luego se les coloca el cilindro y se cuelgan, ajustando la altura del borde del plato a la altura de la espalda.
El
ajuste se realiza tanto de la altura del cilindro con respecto al plato, para
evitar el desperdicio; como ajustes periódicos de los comederos a la altura de
la espalda de las aves, conforme vayan creciendo. El borde inferior del
cilindro se coloca a la mitad entre la altura del borde del plato y el fondo
del mismo, o sea a la mitad de la profundidad del plato. En los comederos de
canoa, que además deben tener una rejilla o bolillo protector para que las aves
no se metan al comedero, nunca se llenan más de una tercera parte de su
capacidad con el fin de evitar el desperdicio.
Nidales
Los
nidos son una parte muy importante del equipo, pues en ellos se deposita el
producto que va a generar los ingresos. Deben ser cómodos, atractivos y lo
suficientemente oscuros para que la gallina sienta que los huevos van a estar
seguros en ese lugar, cuando los deposite. Los nidos se deben instalar a las 16
semanas de edad de las aves, para que ellas se acostumbren a utilizarlos desde
el inicio del ciclo de postura. Los nidos pueden ser comunales, utilizando dos
metros cuadrados para cada 100 gallinas; o bien nidos individuales, uno para
cada cinco gallinas. Los individuales tienen las siguientes dimensiones: 20 cm
(mínimo) de frente, 30 cm de alto y 30 cm de fondo; manteniéndolos siempre
limpios y con suficiente virutas de madera. Al frente o a la entrada se coloca,
en la parte inferior, una regla de 10 cm de alto para que las gallinas no
saquen las virutas.
Espacio mínimo
Para
pollitas de menos de cuatro semanas de edad se recomienda albergar hasta 30
aves por metro cuadrado y hasta las 14 semanas se pueden albergar 15 aves por
metro cuadrado.
Cuando
las pollas se crían en galpones para desarrollo únicamente, se recomienda
trasladar las pollas a las 14 semanas de edad a los galpones para producción,
colocando seis aves ponedoras livianas (blancas) y cinco ponedoras pesadas (de
color) por m².
Si
las aves son criadas en galpones de piso, para luego pasarlas a jaulas, éstas
se deben trasladar a una edad temprana con el propósito de que se acostumbren a
su nuevo ambiente, siempre alrededor de las 14 semanas de edad.
Iluminación
Al recibir las pollitas de un día de nacidas, se utilizan lámparas infrarrojos como fuente de calor permanente durante las dos primeras semanas de vida, luego paulatinamente se les suspende hasta eliminar la calefacción y la iluminación. La luz artificial o natural estimula el desarrollo de las aves y la producción de huevos.
Si la cantidad de luz se aumenta gradualmente durante el desarrollo de las aves, éstas alcanzarán la madurez sexual a una edad menor, y es por eso que generalmente en este período se debe suspender la luz artificial y se activa nuevamente cuando las aves alcancen las 18 semanas de edad o un 5% de la producción de huevos.
En este momento se incrementará media hora de luz artificial por semana, hasta completar 15-16 horas de luz continua por día; doce horas de luz natural y cuatro horas más de luz artificial.
Cabe recordar que la luz, utilizada durante el desarrollo de las aves, afecta la madurez sexual de cualquier tipo de ave, por lo tanto ésta debe controlarse constantemente. Al adelantar la entrada en producción, se alarga el período de producción de huevo pequeño y se reduce el período de postura. Esto lógicamente reduce los ingresos por venta de huevos, al ser menos cantidad y más pequeños.
El
suministro de las cuatro horas de luz artificial se recomienda hacerlo durante
las horas de la madrugada, traslapándolas con la luz natural; ya que si se
realiza en la tarde o noche, cuando se corta la luz de un solo golpe, los
animales se asustan y tratan de protegerse, amontonándose en las esquinas del
galpón, lo que le causaría la muerte por asfixia a todas aquellas que queden atrapadas
abajo.

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